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25 de junio de 2018

QUEBRANTAHUESOS GRAN FONDO 2018

☆ Modalidad: Cicloturista Carretera
☆ Distancia: 198 kms / Desnivel: 3.500 m+
☆ Tiempo Oficial: 8:58 h. / En Mov: 8:29 h.
☆ Veloc. Media: 23,5 km/h / FC: 137/172
☆ Posición: 5.816 de 8.500
☆ Bici: Trek Émonda (Michelin / Rubino Pro)
☆ Track: WikilocStrava

☆ Resumen: Primera participación en la Quebrantahuesos Gran Fondo, la reina de la cicloturistas. Una de esas marchas que hay que hacer una vez en la vida (al menos). Un recorrido marcado con la belleza de los paisajes pirenaicos franceses y la dureza de algunos de los míticos puertos del Tour de Francia. Según había oído de unos y de otros, los dos puntos clave iban a ser el puerto de Marie-Blanc (km 88) con sus 4 kms finales al 11% continuo y el puerto del Portalet (km 120) con sus largos 30 kms de distancia. Así que la táctica inicial iba a ser el intentar ir de menor a mas, reservando durante la primera mitad del recorrido y así para poder combatir estas dificultades con algo de garantías. Pues bien, al final no solo la acabamos sino que hasta nos llevamos una meritoria medalla de plata que sinceramente no me esperaba y que me sabe a ORO (*). En definitiva una magnifica experiencia en lo deportivo y sobretodo el haberla disfrutado con el grupo de amigos  que fuimos durante todo el fin de semana. 


☆ Sensaciones: No muy buenas al principio, donde no conseguía enganchar con ningún grupo que pudiera llevar un ritmo similar. De todas formas me vino de perlas el ir a ritmo medio/bajo hasta coronar Somport, el primer puerto de la jornada. Tras los casi 40 kms de bajada continua ya en terreno francés (a velocidades rondando algunas veces los 70/80 kms/h) llegamos a la localidad de Escot para empezar el puerto de Marie-Blanc con sus 4 kms infernales al 11%. Conforme la pendiente se iba poniendo chunga, iba sintiéndome mejor y con paciencia coroné con muy buenas sensaciones.

La imagen no se me olvidará: una masa de ciclistas trepando en silencio las duras rampas, unos de pie, otros sentados (con alguno que otro empujando la bici o sentado en la cuneta con las patas estiradas para aliviar los calambres), con los rostros desencajados y sudorosos, aprovechando cualquier hueco de sombra para mitigar el calor que se iba apoderando del ambiente. Tras coronar emprendemos un descenso vertiginoso con un inoportuno pinchazo. Tras conseguir reparar el percance llegamos a la ascensión del Portalet. Las piernas sorprendentemente se estaban portando y las primeras rampas las hice bastante rápido pasando a muchos grupos que iban mas lentos. Conforme ascendía la pendiente se iba endureciendo sin embargo me encontraba muy bien y podía apretar en algunos tramos siempre con el temor en mi mente de que estaba ante el puerto mas largo que iba a subir en mi vida.

Los paisajes de los últimos kilómetros del puerto son impresionantes, algo digno de contemplar (daban ganas de bajarse de la bici y hacer algunas fotos). Tras coronar el Portalet pasamos de nuevo a España y descendemos con mucha precaución (con el temor de otro reventón) hasta la ultima dificultad de unos 2 kms de ascensión, la Hoz de Jaca, duro, con el pavimento en mal estado pero al menos breve. De nuevo descenso por una carretera peligrosa con mucha precaución en dirección a Biescas, donde enlazo con un grupo que va a buen ritmo en fila de a uno. Solo quedaban unos 25 kms y aunque ya notaba cansancio en las piernas, estas seguían respondiendo a la perfección los latigazos del grupo, evitando que me descolgara. A poco menos de 5 kms, cuando ya creías que estaba todo hecho, un repecho de unos 700 metros y las piernas aun sin desfallecer. Bajada a Sabiñanigo a full y una vez en las calles de esta localidad, nos relajamos y saboreamos el ambiente que se respira hasta traspasar la linea de meta.

☆ Incidencias: Pinchazo de la rueda trasera bajando el Marie-Blanc. Afortunadamente me percaté instantáneamente ya que escuché como una de las ruedas perdía aire, pudiendo frenar a tiempo y no salirme en la curva que tenia delante. Pues bien, lo que parecía un pinchazo al final resultó ser un reventón de la cámara debido a que el fondo de llanta se había agujereado. El problema ya no era solo cambiar la cámara, hinchar y seguir la marcha, sino que el agujero del fondo de llanta seguiría pinchando todas las cámaras que le metiera. Se me ocurrió que la única solución era poder meter un parche adhesivo y tapar ese agujero pero casualmente justo ese día no llevaba (¿cual es la estadística de agujerear un fondo de llanta en carretera?). Tras bajar un rato con la bici al hombro encontré a un ciclista vasco que se había retirado y que llevaba parches, con lo cual pude reparar el percance y gracias a él poder terminar la QH. (un millón de gracias compañero!!!)

☆ Anécdotas: Seguramente el haberme llevado medalla de plata, viniendo a Sabiñanigo sin la forma física adecuada y aun perdiendo tiempo por el pinchazo. No me lo esperaba, la verdad. De la grupeta que fuimos, volvimos a Valencia con 2 oros, 2 platas, 3 bronces y 1 retirado.

(*) Aquí no te regalan el ORO simplemente por acabar la prueba (si si, aunque terminar sea llegar casi el último a base de patear empujando la bici, jjjj). Aquí si quieres ser ORO y llevarte MEDALLA no solo tienes que acabar sino que también hay que luchar contra el crono para conseguirlo (lo cual tiene mas merito sin duda alguna).