Son las 16:30 horas del día 22-06-2015. Llevo casi 10 horas de ruta desde que salí de casa, mas de 100 kms en las piernas y unos 3.000 metros de desnivel acumulados. La climatología ha estado variando con periodos de sol y calor y de nubes con viento fresco. Hará mas de media hora que pase por Castillo de Villamalefa y tan solo me queda el ultimo tramo hasta las base del pico Penyagolosa, de unos 40 kms mas o menos y donde no hay ninguna población ni aldea de la que echar mano en caso de problemas. Hace ya bastante tiempo que he pasado del modo "normal" al modo "diésel" (modo de pedaleo con todo el desarrollo metido y que mueves las piernas casi por inercia). Las piernas están muy cansadas, es probable que las rampas aparezcan y tenga que parar, cosa que no me hace mucha gracia. Tan solo quedan unos 1.000 metros acumulados mas y habremos cumplido el reto, animo que ya esta hecho... Se ven a lo lejos unas nubes muy negras y se escuchan truenos, es probable que haya tormenta muy pronto y las cosas se pongan muy feas. Joder, si tengo el Penyagolosa casi en la palma de mi mano y esto no acaba nunca. Ostia, la verdad es que la montaña esta impone, tan majestuosa... Venga tu puedes, ya has recorrido este ultimo tramo en un par de ocasiones pero no lo recordaba tan jodido. Melón, no es que sea jodido, el que esta jodido eres tu... Voy bien de tiempo, pero madre mía las piernas están para pocos esfuerzos. Tengo que continuar por lo menos hasta la base del pico y luego sabes que es todo bajada hasta San Juan de Penyagolosa y Vistabella. Parece que los calambres están muy próximos así que ya sabes, pedalea de pie lo que puedas y los mantendrás a raya. Mierda, las nubes cada vez mas cerca y empieza a caer gotas de lluvia muy finas que apenas empapan. Tantas horas de pedaleo en solitario, hace ya bastante tiempo que no veo un alma por el camino. Y el cielo cada vez mas gris y el viento cada vez mas helado. Sin llegar a comprender los motivos mi cabeza me empieza a jugar malas pasadas... Poco a poco me empieza a invadir una sensación de desolación indescriptible. No es miedo ni terror sino una sensación de vacío como si fuera el ultimo habitante del planeta. Nunca había sentido nada parecido encima de la bici. Empiezo a echar de menos el mero hecho de estar acompañado pero sabes que ahora mismo eso es imposible. No veo ni un pájaro, ni un perro, oveja, vaca o animal alguno (ni siquiera un oso, ji ji). Tan solo silencio interrumpido por los truenos de la tormenta próxima. Sabes que estas en mitad de la nada y no puedes remediarlo, tan solo echarle narices, intentar combatir tu desolación con pensamiento positivos y continuar. El camino no deja de picar hacia arriba y yo mientras luchando con mi pájara mental. Pedaleo, soledad, lagrimas y sufrimiento... jamas olvidaré esa sensación.