Erase una vez un osito que montaba en bici con su grácil silueta y un día, tras realizar una ruta, vio que en un segmento del Strava estaba un segundo por delante de un biker del que era ferviente seguidor. Tal fue su sorpresa que tuvo que restregarse los ojos y verlo en varias ocasiones porque no se lo podía creer. Es mas, cada vez que lo veía, la moral se le subía por las nubes. Llegó a tal extremo que hasta se creyó mejor que su ídolo, llegando a menospreciarlo y a insultarlo. A tal nivel llegó su ego que quiso gritarlo a los cuatro vientos, poniendo en su Strava el hashtag #unsegundopordelantedeuntontako. Y así pasaron los días y las semanas, y el osito era feliz viendo su logro en el Strava. Hasta que cierto día su rostro se tornó triste y abatido. ¿Imagináis porque? Pues el biker al que seguía fervientemente casualmente había pasado por este segmento y le había superado en 44 segundos.
Moraleja: No empieces una guerra que nunca vayas a ganar.
Ah y aqui dejo mi hashtag #cuarentaycuatrosegundospordelantedeunoso
Ah y aqui dejo mi hashtag #cuarentaycuatrosegundospordelantedeunoso
Nota: Tras la publicación del cuento hemos podido comprobar que nuestro osito ha borrado su comentario asi como todos sus registros en dicho segmento de Strava para que no quede huella de su "patinazo" je je je. ¿Os imagináis la cara de "tontako" que se le pudo quedar al leer el cuento? Yo si.
